Dicen que siempre hay un mañana para aquello que decidimos postergar. El futuro es ese espacio cómodo donde amontonamos promesas y propósitos, un almacén de «mañanas» que rara vez se convierten en hoy. Un mal día para dejar de fumar by MasTorrencito
Entre esos propósitos universales, dejar de fumar ocupa un lugar de honor. Y ahí estaba yo, una vez más, considerando esa idea: ¿por qué no dejar el tabaco? No hoy, claro… hoy no es un buen día.
Ayer, entre cuentas mentales y la sensación de que el dinero se escapa entre el humo de mis cigarrillos, hice un cálculo que me golpeó como una verdad irrefutable. Dos cajetillas al día, a 6.30 euros cada una. Si multiplicas, descubres que no fumo, quemo billetes. Son 4.599 euros al año. Con eso podría pagar unas vacaciones de ensueño o comprar algo realmente significativo. Pero en lugar de eso, lo dejo todo en cenizas y colillas.
Así que ayer, mientras miraba el horizonte y sentía esa chispa de voluntad, pensé: Mañana lo dejo. Pero el problema con los mañanas es que nunca llegan con la facilidad con la que los imaginamos. Hoy no es un buen día, por supuesto.
No lo es porque las reservas están bajas, tanto las físicas como las emocionales. No lo es porque mi cerebro se estruja buscando maneras de atraer más clientes a mi negocio, y el único camino parece ser entregarme a la tiranía de plataformas como Booking, que hacen lo que ni siquiera Google Ads puede lograr. El estrés de esa decisión se traduce en un cigarrillo más, y luego otro. El humo es, en cierto modo, mi manera de medir el tiempo y de calmar la ansiedad. Aunque claro, calmarla no es exactamente la palabra… es más como empujarla al fondo de un cajón, donde sé que volverá a salir.
Y, sin embargo, recuerdo que un día dejé el alcohol. No fue planificado ni dramático; simplemente sucedió. Un día decidí que no necesitaba más ese refugio líquido, ni siquiera teniendo un bar en mi casa, ni aunque amara los vinos del Priorat y del Empordà. Llevaba casi dos años sin probar una gota, y la verdad es que no me costó tanto como imaginaba. ¿Por qué no podría hacer lo mismo con el tabaco?
Es curioso cómo el cerebro se enreda en sus propias trampas. Me pregunto si la solución será transitar por el camino del vapeo, como quien toma un desvío más suave para evitar el abismo, o si debo simplemente lanzarme y cortar de raíz. A veces me convenzo de que será fácil, otras me río de mi propia ingenuidad.
En todo esto, me doy cuenta de algo más profundo: no es solo el tabaco lo que pospongo, sino la voluntad de cambiar, de ser dueño de mi vida. Al final, dejar de fumar no es simplemente apagar un cigarro; es un acto de afirmación, una pequeña rebelión contra las cadenas invisibles que nos atan a hábitos, excusas y comodidades. Y quizá hoy no sea el mejor día para dejar de fumar, pero tampoco lo es para seguir engañándome.
Así que aquí estoy, con mis dudas y mis cuentas, escribiendo esto como un recordatorio de que algún día —no sé si mañana o el próximo lunes, que siempre suena tan prometedor— daré ese salto. Tal vez la clave no sea buscar un buen día, sino reconocer que cualquier día, incluso uno malo, puede ser el inicio de algo mejor.
¿Te apuestas algo? Que tengas un lindo y soleado sábado. Ojalá lo aproveches para hacer algo que llevas tiempo postergando. Yo, por mi parte, encenderé otro cigarro mientras lo pienso. Por última vez… quizás.
Desde MasTorrencito te deseamos un buen día y que tus perros te acompañen!!!!
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Para Miguel
Lo primero de todo es presentarme… Me llamo Alfredo y he llegado aquí gracias a los algoritmos de Facebook o porqué el propietario de Mas Torrencito incluyó alguna de mis preferencias, aficiones o hábitos al contratar publicidad en FB, si fue esto segundo, simplemente decirle que funciona !!!.
Me parece fantástica su iniciativa de alojamiento pet friendly y todo lo que le rodea. Felicidades de verdad, además recomiendo Mas Torrencito a todo aquel que dispone de mascota y no me pierdo ninguno de sus pots en su Blog.
No soy propietario de peludo (Perro), aunque tuve un gato durante 18 años, se llamaba Bono y lo abandonaron recién nacido en una Masía del siglo XVI que adquirí en 1994 en la Catalunya desconeguda (El Solsonès), me gustaba más L’Ampurdà, Alt o Baix, La Garrotxa. El Ripollés y por supuesto La Cerdanya, etc. pero el presupuesto no daba para más, además había que reconstruirla desde cero. En esa época (ahora ya no) los “pagesos” prácticamente regalaban sus Masías en esta desconocida comarca, “La comarca de las 1.000 Masías”, se marchaban a las ciudades más próximas, Berga, Solsona, Cardona, Manresa y algunos hasta a Barcelona, detrás de sus hijos que ya lo habían hecho con anterioridad.
Bueno creo que como presentación es más que suficiente.
Hola Miguel, si lees esto, solo apoyarte para que encuentres el día adecuado (lo más pronto posible) para dejar el tabaco, hace 9 años yo estaba exactamente en la misma situación que tu, ya no era placer, era esclavitud. Corté por lo sano, así sin anestesia!!! Sin pastillas, parches ni acupuntura.
Y se puede. Vivo en Barcelona, me desplacé decidido a la Masiá, yo solo, sin compañía y allí pasé el “mono” durante un fin de semana, mono químico, el mental cuesta un poco más pero se consigue, ojo mi mujer fumaba y hubo tabaco en casa durante 6 años, pero no fue impedimento, estaba tan decidido que ni siquiera tuve el más mínimo impulso en cogerle uno, ahora hace 2 años que lo dejó también.
Espero que este dia llegue pronto