Y hoy no sé de qué escribir… llevo más de 30 minutos frente a la pantalla, con los dedos sobre el teclado, esperando que algo en mi mente haga «clic», que una idea se cuele entre el ruido de mis pensamientos y me rescate de este bloqueo. Pero no llega. Nada. Solo un gran vacío. Tengo a unos alemnanes que llegaron anoche que quieren desayunar a las 6:30…
La verdad es que es la primera vez que me pasa. Siempre he sido capaz de sacar algo, aunque fuera de la nada. Una historia, una anécdota, un pensamiento al azar convertido en palabras. Pero hoy, no. Hoy es distinto.
¿Será que se acabó? 🤔 ¿Que ya no hay más que decir? ¿Que las ideas han decidido abandonarme, hartas de que las exprima sin piedad? ¿O será, más bien, que he perdido las ganas de escribir?
Posiblemente sea un poco de todo…
Tengo la cabeza saturada, llena de números, facturas, preocupaciones. No hay espacio para las historias cuando la realidad pesa tanto. No puedo escribir sobre mundos de fantasía cuando el mío se desmorona poco a poco. No puedo construir personajes cuando estoy demasiado ocupado tratando de no perderme a mí mismo.
El negocio. Mi negocio. Ese que tanto esfuerzo me costó levantar, que ha sido mi refugio y mi condena a partes iguales. Sobrevivir hasta Semana Santa se siente como una maratón cuesta arriba, con los pies llenos de heridas y el aliento cada vez más corto. Cada día se convierte en una lucha por encontrar soluciones que parecen no existir.

Hago cuentas una y otra vez, pero los números no mienten. Y duele. 💔
Porque siempre hay algo que pagar, algo que reponer, algo que arreglar. La semana pasada, sin ir más lejos… las colchas: 900 euros. 😓 Juegos de sábanas: 1.800 euros. Fundas para proteger los colchones: 350 euros. Cubre somieres: 300 euros. Y eso que no pedí nada del otro mundo, solo lo necesario para que todo siga funcionando.
Y ahora toca pintar… y el precio de la pintura da miedo. Asusta. Porque sé que se me irán como mínimo 2.000 euros, más lo que cueste que alguien me ayude. Cada pequeño gasto es una estaca más en este ataúd de preocupaciones que me tiene prisionero.
Y entonces, me detengo.
Porque, ¿qué otra opción tengo?
Respiro hondo, tratando de ahogar la angustia que me oprime el pecho. Miro a mi alrededor. Todo sigue en pie. El negocio sigue en pie. A pesar de todo. A pesar de los números en rojo. A pesar del agotamiento. A pesar de que hay días en los que me pregunto si vale la pena tanto esfuerzo.
Porque aunque hoy me sienta derrotado, sé que no es la primera vez. Y sé que no será la última. Siempre hay días así. Días grises. Días en los que el peso del mundo es demasiado. Pero también sé que, después de la tormenta, llega la calma.
Quizás hoy no tenga ideas para escribir, pero tengo algo más importante: el coraje de seguir adelante. 💪 Porque escribir no es solo llenar hojas en blanco, también es aprender a escuchar los silencios. Y si hoy mi mente está en blanco, quizás es porque está ocupada sobreviviendo.
Mañana, tal vez, las palabras vuelvan solas. O quizás no. Pero lo que sí sé es que, mientras siga aquí, mientras siga luchando, todavía hay historia por contar.
Porque incluso en los días más oscuros, siempre queda espacio para un rayo de luz. 🌅✨
Desde MasTorrencito te deseamos un buen día y que tus perros te acompañen!!!!
—–
Si quieres, puede ver nuestros bonos para fines de semana, bonos jubilados , a un precio increíble..entra en www.mastorrencito.com o si quieres podeis leer más historia y anécdotas que nos han pasado en Mas Torrencito… Haz click aquí
Intenta no preocuparte,ya se que es difícil,hay etapas muy duras,pero vendran tiempos mejores.Animate,siempre hay motivos para intentar ser feliz.