Pues no. Va a ser que no. 😬

La vida tiene esa manía de sorprenderte cuando menos te lo esperas. A veces para bien, y otras… pues mejor me callo. Llevo años en esto, he tratado con todo tipo de clientes: altos, bajos, creyentes, ateos, majetes, intensos, raritos, pesados… pero lo de ayer… lo de ayer fue para enmarcar. 📸

Y ojo, que ya tengo yo el olfato fino para detectar a los “especialitos” (que nos entendemos). Desde la primera llamada ya noté que este venía con tema. Pero ni en mis peores pronósticos lo habría imaginado así 😵‍💫.

Cuando creías que lo habías visto todo… 😅

📞 Suena el teléfono. Un tipo me dice que quieren venir tres personas y reservar dos habitaciones. Perfecto. Le doy precio, me dice que lo consultará. Normal. Hasta ahí, todo bien. Pero entonces… empieza EL INTERROGATORIO:

— ¿Se ve el cielo desde allí? 🌌
— ¿Se ven estrellas por la noche? ✨
— ¿Cómo está orientada la casa? 🧭

Me quedo como pensando: ¿pero esto qué es? ¿Una entrevista para un observatorio astronómico o qué? Le respondo como puedo:
—Depende de dónde se ponga usted, caballero 🤷‍♂️

Luego me suelta que trae un material muy caro y necesita seguridad. Le digo:
—Aquí tenemos perros 🐕, y muy majos, por cierto.

Casi me cuelga. Como si le hubiera ofrecido pitbulls de película americana 😂

Aun así, le sigo contestando. Y por la tarde… ¡sorpresa! Entra una reserva. Pero no de dos habitaciones, no. Una habitación triple, con terraza. Dos noches. Bueno, guay, al menos ya estaba hecha.

Al día siguiente vuelve a llamar. El mismo. Y empieza otra vez con las preguntas raras:
— ¿Va a hacer frío?
— ¿Va a llover?
— ¿Habrá viento del norte?
— ¿Va a salir niebla por la mañana?

Ya solo le faltaba preguntarme por la humedad en grados decimales. Le dije:
—Mire, ponga TV3 y escuche a Mauri… con suerte acierta.

(Aunque todos sabemos que Mauri tiene algo personal contra el turismo rural. Siempre lo pinta como el fin del mundo y luego ni chispea 🌧️❌)

Llega el día. Estoy en la cocina, miro por la ventana… y lo que veo no tiene nombre. Parecían salidos de un cuadro de Las Meninas, pero versión dramón, con un aire a programa de Antena 3 a las 16:00. Una cosa rarísima. 😵

Les doy la bienvenida. Les explico cómo va todo (esto es un decir, porque no me escucharon ni de casualidad). El ambiente entre ellos era tenso. Frío. Mal rollo puro. Se hablaban como si se odiaran. Y yo sin saber quién era quién. ¿Pareja? ¿Familia? ¿Reunión paranormal? Ni idea. Pero raro, raro.

Subimos a la habitación. Y aquello parecía una partida de ping pong:
—“Sí”
—“No”
—“Sí”
—“No”
Yo ya estaba por sacar palomitas 🍿

Vuelvo a mis cosas y aparece el señor:
—Oye, que la cerveza no funciona bien. Solo saca espuma 🍺

Le pregunto si lo ha hecho como le expliqué. Evidentemente, no. Les entraba por un oído y les salía por el otro. Se la pongo yo, se va tan contento… y deja la suya ahí, llena de espuma. Maravilloso 🙄

Están en la terraza y, al rato, una de las mujeres viene directa y me dice:
—Acompáñeme a recepción, que quiero hacer el check-in, que no sé dónde se hace.

Vale, la acompaño. Llego con ella y suelta la bomba:
—Mira, con estos “…” yo no pienso compartir habitación. Son unos “…” y unos “…” 😳😳😳

Yo ahí, con cara de póker, intentando que no se me notara la mezcla entre incredulidad, risa interna y ganas de salir corriendo. Y pensando: ¿Pero esta gente para qué ha venido exactamente? Si parecen el agua y el aceite… se repelen 🤦‍♂️

💣 Y aquí viene lo mejor…

Viendo el panorama, para evitar que me cancelen en el último minuto y me dejen tirado (y con dos palmos de narices), le ofrezco otra habitación al 50% del precio. Lo que viene siendo hacer de tripas corazón 💸

Y ahí es cuando empieza el plot twist de la señora:

  1. No tiene coche 🚫🚗
  2. No tiene a nadie que la traiga a MasTorrencito
  3. Apenas puede andar 🦯
  4. Y ojo… lo más fuerte…

👉 ¡Ni siquiera son amigos suyos!
👉 ¡No le gustan los perros! (¡¿perdona?! 🐶)
👉 Y eso sí, lo más brutal… ella ya les había dicho que no quería venir. Aún así, se presenta.

Y yo ahí plantado, intentando asimilar semejante mindfuck. Porque te juro que sigo sin entender a qué han venido. Si parece que están juntos por error. O por castigo divino. O porque perdieron una apuesta. O los ha traído un algoritmo que mezcla mal los datos 😵‍💫

Y ya si os describo a la “pareja”… me denuncian. De verdad. Nivel «yo no sé cómo no han salido aún en un documental de Netflix». Todo lo que pueda decir sería quedarme corto.

Así que nada, aquí sigo, con los ojos como platos, la cabeza dándome vueltas, y pensando que debería empezar a escribir un libro. Porque lo de ayer no fue turismo rural. Fue teatro del absurdo con desayuno incluido ☕🎭

Y la verdad es que a la otra pareja no se le puede describir por que si lo hago… me denuncian… jajajjajajja…..

Y lo mejor (o lo peor, según se mire) viene al final…

Después de tanta pregunta absurda, tanta exigencia cósmica, y tanta historia con el “material super super super caro”… ¿sabéis qué trajo? NADA. Cero. Ni caja, ni maleta especial, ni bolsa misteriosa… ni siquiera un portátil viejo. 🧳❌

Y por si fuera poco… ¡LLUEVE! ☔
No una nube tonta. No. Todo el fin de semana nublado, oscuro y con esa lluvia fina que te cala el alma. Vamos, que no se veían ni las estrellas de Belén.

Continuará….??????


Desde MasTorrencito te deseamos un buen día y que tus perros te acompañen!!!!

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