y os voy a contar cómo surgió la idea de MasTorrencito, una aventura llena de inesperados giros que al final se convirtió en algo verdaderamente hermoso.
Vivía en Salamanca, donde era profesor en la universidad de diseño gráfico. Todo cambió cuando conocí a una alumna de un máster que impartía. Ella era francesa y, como el amor no conoce fronteras, dejé todo y me tomé un año sabático para irme a vivir a Niza. Montamos un chiringuito cerca de Cannes, y nos fue estupendo. Tan bien nos fue, que decidimos que podíamos montar algo similar en otro lugar.
Y aquí empieza nuestra travesía. Decidimos buscar un lugar adecuado y, ¡madre mía! Encontramos un palacete en Cehegín, Murcia. Fuimos a verlo varias veces y, después de muchas idas y venidas, lo compramos. Pero a la semana o dos, lo vendimos. Porque, vamos a ver, ¿quién en su sano juicio va a venir aquí a diario y desde dónde? Sin mencionar la inversión que requería… Y, por si fuera poco, ese verano estábamos a más de 50 grados al sol. ¡MAMMA MIA! Así que nos volvimos a Niza con el rabo entre las piernas.
En nuestra búsqueda interminable, San Google nos mostró una propiedad en otro lugar. ¡Ay, Dios mío! Nos enamoramos de ella… ¡Qué error! ¡Qué tremendo error! No sabíamos dónde nos metíamos. Luz a 125 W, un solo baño, ratas del tamaño de conejos, y el exterior… mejor ni hablar. Fue un desastre total. Y así, sin darnos cuenta, ya llevamos más de 17 años aquí, preguntándonos en qué momento pensamos que esto era una buena idea.
Aquí he sufrido lo indecible con las obras de la casa y, cómo no, con la relación de pareja. Me he convertido en un SUPER ESCLAVO. Esto va para los valientes que quieran meterse en este mundillo: no es tan bonito como parece. Llevo aquí un mogollón de tiempo y seguimos de obras e inversiones. Es un no parar.
Una mirada hacia atras. Hola, me presento.. soy Miguel… de MasTorrencito
Mirando hacia atrás, veo con buenos ojos que hemos hecho buenos amigos y hemos formado una gran familia perruna que muchos habéis conocido y que nos ha acompañado en los buenos y malos momentos. ¿Quién no se acuerda de Don Markos, mi supercojo, o de Doña Manuela, la reina de la casa, o de Max «el gorrilla» de Mas Torrencito? Y, por supuesto, Macarena, Mató, Matías, Marcelino, Martina (la gata intrépida), y el Sr. Mastín, el apaciguador, que nos fue arrebatado injustamente por una enfermedad a la tierna edad de 5 años… Y ahora disfrutando de Masto, Maky, Mastitwo y Mamas.
Palabras especiales para mi querida Mireia, que me aguanta, me soporta y me da ánimos y fuerza para continuar con este proyecto de vida. Sin ella, esta labor sería mucho más difícil de llevar.
Mi nueva familia… Hola, me presento.. soy Miguel… de MasTorrencito
Y luego estáis VOSOTROS, queridos clientes. Esto es como el Pantone, hay de todos los colores. Pero hemos conseguido crear un pequeño paraíso perruno. ¿Y por qué perruno? Muy sencillo, porque son mejores, más fieles y agradecidos que las personas. Esta casita se llamaba Mas Torrent, pero resulta que hay un Relax Chateau al lado de Pals que se llama Mas de Torrent. Cinco estrellas, gran lujo, dos estrellas Michelin en el restaurante, una pasada. Claro, teníamos clientes listillos que pensaban que por nuestro precio podían ir allí. Y se presentaban exigiendo su reserva… ¡Menudos pollos se montaban! Así que, para evitar más líos, cerré la casa, anulamos todas las reservas, cerramos la web, y empezamos de cero con este precioso proyecto que es hoy Mas Torrencito, la primera casa para mascotas que acepta personas.
Y qué cambio, de verdad. Sois unos amores, aunque, como en cualquier jardín, siempre sale algún cardo borriquero que lo estropea todo. Anécdotas tenemos cientos, por no decir miles, pero nos quedamos con lo mejor: que eres TÚ, querido cliente.
Desde Mas Torrencito os deseamos un buen día y que vuestr@s perr@ os acompañe!!!!
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