Hoy quiero contaros la historia de ese pedazo de perro que fue Mastín 🐶, nuestro peluche gigante, uno de los perros más nobles y buenos que jamás he conocido… ¡Un verdadero pacificador! 😇 Pero claro, como no podía ser de otra manera, siendo de MasTorrencito, su llegada aquí fue de todo menos normal… 😅 Mastín Titurí de MasTorrencito

Hace ya muchos años, estábamos en la terraza como casi siempre, disfrutando de una tarde tranquila 🌅. De repente, todos nuestros perros, Markos, Manuela, Masto, Maky y Mamas, se pusieron a ladrar como locos 🐕🔊. Nos levantamos rápidamente para ver qué pasaba y entonces lo vimos… ¡Un pedazo de perro que parecía un caballo! 🐴 Los nuestros, y en especial Maky, parecían simples peluches a su lado. Iban todos detrás de él, ladrándole para que se fuera. ¡El Maky, que es un inconsciente, hasta se le colgaba del cuello! Y yo solo pensaba… «¡SE LO COME!» 😱😂

Matin Tiruri de MasTorrencito

Al cabo de un rato logramos reunir a los nuestros y los cerramos en casa, mientras el grandullón desaparecía por el camino. Pero al día siguiente… más de lo mismo 🕛, y así durante semanas. No teníamos ni idea de quién era ni de dónde venía. Empezamos a preguntar y finalmente nos enteramos de que pertenecía a una masía al otro lado del río 🏞️.

Llamamos a sus dueños y les dijimos que el perro estaba aquí, que vinieran a buscarlo 🏠. Pero claro, esto se repetía todos los días, mañana y tarde… ¡Era un sinvivir! 😩 Nuestros perros se volvían locos cada vez que aparecía, y el estrés era enorme, tanto para nosotros como para los clientes que flipaban al ver semejante espectáculo. Pero con el tiempo, ellos también se acostumbraban 😂.

Pasaron las semanas, llegó el final del verano 🍂, los clientes ya eran pocos… pero Mastín seguía viniendo cada día. Hasta que un día, por fin, nuestros perros lo aceptaron 🥰. ¡Qué día tan especial fue ese! Desde entonces, se tumbaba en la terraza como uno más, los clientes le hacían mimos y él… ¡No se quería ir! 🛋️ Así que, la primera noche lo dejé dormir en el chill out, la segunda en la entrada… y la tercera… ¡Me lo encontré durmiendo en un sofá, con los nuestros a su lado! ❤️

Matin Tiruri de MasTorrencito
Matin Tiruri de MasTorrencito

Decidí llamar a sus dueños, que eran unos señoritos de Barcelona que lo tenían para vigilar la masía, pero era la Masovera quien realmente se preocupaba por él. Ella lo quería mucho, pero entendía que Mastín prefería estar aquí, donde podía jugar con los nuestros y recibir mimos todo el día. ¡Es que era espectacular, imponía respeto! 😍

Le dije a la Masovera: «Dile a sus dueños que: o vienen a recogerlo, lo atan, lo encierran o lo que sea… o la próxima vez que venga me lo quedo y lo llevo al veterinario a castrar (porque tenía unos pedazos de… 🐾)». Y sabéis lo que me contestaron… ¡Es acojonante! 😮 «Me han dicho que te lo quedes… que no vale nada», me dijeron. ¡Y yo pensé… cómo que no vale nada! Pues nada, nos lo quedamos 😂.

Y así fue como Mastín se quedó con nosotros. ¿Sabéis qué día era? ¡31 de diciembre! 🎉 Y sabéis qué hizo Mastín ese día… Se fue a la casa de donde procedía, se despidió de la Masovera y se vino con nosotros… ¡Y nunca más volvió! 😢🏡

y esos momentos que nos recuerdan por qué estos peludos son tan especiales en nuestras vidas. ❤️

Mastín… el rey (Parte 2)

Así fue como, sin darnos cuenta, Mastín se convirtió en uno más de la manada 🐾. Aunque, claro, ocupaba por tres… ¡Era un gigante! 😂 Pero se lo ganó a pulso, insistiendo cada día, a pesar de que los míos querían echarlo. Él, cabezón, R que R, y al final lo consiguió. 💪

Llegaron las Navidades, y el día 31, de repente, no lo encontrábamos… ¡Raro, raro, raro! 🤔 Pasó todo el día sin aparecer, y por la noche… ¡ahí estaba! Pero, ¿sabéis dónde había pasado el día? En su antigua casa 🏡. Se fue a despedir de la Masovera, que lo quería mucho, y estuvo con ella todo el día. Al atardecer, volvió con nosotros. 😌 Impresionante… y lo supe porque ella misma me llamó para contármelo. Ese gesto demostró su nobleza y fidelidad de una manera que me dejó sin palabras. Mastín sabía que era el momento de decir adiós definitivamente, como si hubiese cerrado una etapa de su vida. 😢💔 Pensándolo bien… tiene todo el sentido del mundo, pero que un perro sea capaz de algo así… ¡Te sorprende y te conmueve!

Matin Tiruri de MasTorrencito
Matin Tiruri de MasTorrencito

Y sí, se adaptó de lujo a su nueva vida 🌟. Se convirtió en el jefe de la manada, poniendo paz y orden entre los pequeños, Masto y Maky. Era increíble su capacidad para mantener la calma en el patio 🏡. No permitía que los enanos salieran corriendo o ladrando sin control; los paraba en seco. A veces me preguntaba cómo era capaz de intuir lo que iban a hacer… pero Mastín siempre estaba alerta y atento 👀. Como buen Mastín, siempre en modo protección, vigilante, cuidando de todos nosotros. Nos dio alguna que otra noche de susto, pero siempre protegiendo a su manada. 🛡️

Era super cariñoso y mimoso, un peluche gigante 🧸. Imponía mucho cuando nos lo llevábamos por ahí… ¡es que era un caballo! 🐴 Recuerdo cuando en pandemia empezamos a vallar la casa… ¡Vaya mosqueo que se pilló! 😅 Según íbamos avanzando con la valla (bueno, vamos a hacer un inciso… cuando digo «íbamos», en realidad era Jordi quien curraba, yo solo miraba y daba órdenes 😜), Mastín siempre estaba a su lado, vigilando cada metro que avanzábamos. Se ponía detrás de la valla, como si supiera que le estábamos quitando ese espacio por donde él se escapaba… y luego revisaba todo el vallado, por si Jordi se había dejado algún huequecito para salir 😂. ¡Era listo y cabezón como él solo! Hasta que no terminamos (bueno, hasta que Jordi terminó), Mastín no se separó ni un momento de su lado. 🛠️

Ese verano, el del 2020, fue un regalo para Mastín 🎁. Todos los clientes estaban por él… ¡se lo llevaban todos los días al río, junto a los peques! 🌊 Pensad que, después de meses encerrados, cuando por fin nos dejaron salir, la gente estaba eufórica, y Mastín… ¡en la gloria! Se iba con su amiga Manuela, abriendo el camino y vigilando que no viniera nadie. Y por detrás, Don Markos, asegurándose de que nadie se quedara rezagado. ¡Era la leche! 😄

Matin Tiruri de MasTorrencito
Matin Tiruri de MasTorrencito

Pasó el verano, y siempre había gente en la casa… todos los días, la manada estaba feliz. Pero entonces… ¡nos volvieron a cerrar! Otra vez… 😓 Como si de un rebaño se tratara, todos para el redil y «sin salir que viene el lobo…» 🐺. Y así nos quedamos solitos en este paraíso 🌳… Llegaron las Navidades, y nos dejaron salir de nuevo, y otra vez Mastín estaba feliz, llevando a los clientes al río. Era una pasada verlo disfrutar… pero, pasado Reyes, volvieron a cerrarnos… y otra vez… El pobre no entendía nada. ¿Cómo podía ser que unas veces vinieran mogollón de «amiguitos» y otras, nada…? 😕 Y así hasta Semana Santa… y pasada la fiesta, otro cierre…

Mastín… el rey (Parte 3)

Y así fue como todo comenzó… parecía que se había atragantado o que tenía algo en la garganta. Bueno, pensamos, como todos al principio… “en un par de días se le pasa”. No parecía alarmante, no tenía fiebre, jugaba, comía… todo normal. Pero ya al tercer día, empezamos a preocuparnos, así que lo llevamos al veterinario para que le hicieran una revisión. 😟

Joder, es que salir a la calle con Mastín era todo un espectáculo, todo el mundo se giraba para mirarlo… ¡Imponía muchísimo! 🐾😮 Le hicieron una revisión completa y creyeron que podría ser un tipo de pulmonía… que había que vigilar. Bueno, pues nada, antibióticos y para casa. Pasaron los días, unos mejor, otros peor, pero nada que fuera alarmante… aunque la tos se volvió más preocupante, y entonces comenzó a vomitar babas. 😨 Fue en ese momento cuando realmente nos acojonamos. Pero no era solo un poco de babilla, ¡era mucha, mucha baba! 😧

Matin Tiruri de MasTorrencito
Matin Tiruri de MasTorrencito

Llamé a Judith, un domingo, y al oírme tan preocupado, me dijo: «Ve para la clínica que te veo allí». En menos de tres minutos ya estábamos en la clínica. Al bajar del coche, dimos un pequeño paseo, y cuando llegó Judith, sus ojos ya nos decían todo… y nada bueno, por cierto. 😔 Me miró y me dijo: «Miguel, creo que podría ser esto… no estoy segura, ya que la analítica no muestra valores significativamente positivos o negativos, pero por los síntomas… podría ser Macroesófago». Para los que no lo sepáis, el macroesófago es una dilatación del esófago, y en términos simples, cuando Mastín comía, la comida no iba donde debía, lo que le provocaba regurgitación… o sea, vomitaba. 😢

Me dijo: «Vete a Canis, ellos están súper equipados y le harán todas las pruebas». Así que, con la pandemia encima, en casa teníamos a Yoyo, una amiga que estaba en paro. Para no quedarse sola, decidió pasar el segundo encierro con nosotros. Pensamos que serían unos siete días… ¡y duró tres meses! 😂 Pero bueno, llamamos a Canis y allá fuimos, comenzando con las pruebas.

Inciso: Lo que vimos en Canis fue… acojonante. Nunca había visto algo así… parecía la cola del paro 🏥. Un incesante movimiento de entrada y salida de perritos con sus dueños, todas las dolencias, todo tipo de heridas… era como las urgencias de un hospital, y sinceramente… daba yuyu 😬.

Matin Tiruri de MasTorrencito
Matin Tiruri de MasTorrencito

Al cabo de una hora, la doctora salió. Le habían hecho placas, TAC, analítica… y confirmó el diagnóstico. Nos dijo que no había solución. Que si queríamos, podíamos intentar darle de comer de pie para ayudarle a digerir la comida y mantenerlo así una hora… Imaginaos mi cara… Hmmmm… ¡NO ES UN CANICHE! 🐕 Estamos hablando de un bicho de más de 80 kilos… Y me dice: «Eso es lo que hay». También nos recetó unas pastillas para calmarlo, antibióticos para la irritación del esófago y cortisona para el dolor. 😢

Nos fuimos para casa, casi llorando… pero al ver a Mastín tan feliz, dijimos: «Quizás sea como Manuela… y lo supere». Claro, estábamos acostumbrados a la inmortal de Manuela, que siempre esquivaba la muerte, pero esta vez… esta vez estábamos equivocados. Mastín no era Manuela. 😥

Pasaron los días, y Mastín tuvo días buenos, muy buenos… y días malos. Pero poco a poco iba perdiendo peso. Leer cosas en internet se volvió un tormento… el estómago se me encogía y las lágrimas se me salían al ver otros casos. Y yo lo tenía claro… nunca permitiría que llegara a ese estado tan famélico. 😢

Volvimos a Canis… revisión total, placas… y el mismo resultado. Nos dijeron que había una última prueba que se le podía hacer, pero que solo se daba en muy pocos casos. Consistía en enviar una muestra de sangre a EE.UU. para un posible nuevo tratamiento. Por supuesto, decidimos hacerlo, aunque solo hubiera un 0,001% de posibilidades. Pero el resultado fue lo que temíamos… No era compatible con el tratamiento. 💔

Matin Tiruri de MasTorrencito
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Y llegó el momento de tomar una decisión… Yo lo tenía clarísimo, pero tenía que consultarlo con Mireia. Entre sollozos de unos y otros, decidimos llamar a Judith para que nos abriera la clínica y dormirlo. No hacía falta que siguiera sufriendo más, que se fuera consumiendo por dentro… no podíamos ser tan egoístas como para querer mantenerlo con nosotros un par de meses más mientras él se iba muriendo por dentro. 😔

El último día, antes de llevarlo, me quedé a solas con él… No le dije una sola palabra… Lo miré a los ojos… y él me miraba… Y te juro por Dios que me dijo: «Gracias». 😢🙏

Se fue calmado, sosegado, como siempre… un señor. Y así lo recordaremos siempre… 🕊️

MASTÍN TIRURI TiRURÁ… 🌟



Desde MasTorrencito os deseamos un buen día y que vuestr@s perr@ os acompañe!!!!

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