Este país no castiga al que roba. Castiga al que curra.
Aquí no triunfa el que madruga, sino el que sabe mover sobres, manipular licitaciones y firmar contratos con la mano izquierda mientras cobra comisiones con la derecha. Y lo jodido es que ya ni sorprende. Nos hemos acostumbrado al timo institucional. Al saqueo público disfrazado de gestión. A las ruedas de prensa vacías mientras por detrás se reparten el pastel.
Durante la pandemia, nos dijeron que “íbamos a salir más fuertes”. Mentira. Salieron más ricos los de siempre. Nosotros salimos con deudas, ansiedad y un negocio colgando de un hilo. Ellos, con patrimonios más abultados y cuentas en paraísos fiscales.
“Todos en el mismo barco”, decían… claro, pero algunos iban en yate y otros nadando en aceite hirviendo.
¿Y qué hicimos nosotros? Aguantar. Pagar. Tragar. Callar. Porque aquí al que protesta lo tildan de radical, al que exige lo llaman ingrato, y al que se arruina lo acusan de no haberse sabido reinventar. Qué bonito es el cuento cuando lo ves desde un despacho.
¿Y sabes lo más repugnante? Que aún hay quien defiende a estos parásitos. Que aún hay quien justifica el saqueo. Que aún hay quien cree que esto es “lo normal”. Porque nos han domesticado tan bien, que ya ni ladramos cuando nos pegan el palo. Solo movemos la cabeza y decimos: “Bueno… al menos no fue peor”.
Este país no se hunde por falta de recursos. Se hunde por exceso de ladrones, mediocres y enchufados. Y por una ciudadanía que ya no se indigna, solo se resigna.
Aquí el autónomo es el burro de carga. El que paga, el que sostiene, el que no duerme. Pero nunca el que cuenta. Nunca el que importa. Somos el combustible que mantiene el motor funcionando, mientras los que conducen se mean en el depósito.
Así que sí. Que nadie venga con discursos vacíos de superación, ni con frases de coaching empresarial. Porque esto no fue una crisis, fue un saqueo con guantes de látex y BOE en la mano. Y mientras no lo digamos en voz alta, nos seguirán cobrando hasta por respirar… y dándonos las gracias por dejarles seguir robando.
Desde MasTorrencito te deseamos un buen día y que tus perros te acompañen!!!!
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Después de tener cerrada mi casa rural, bueno mejor dicho inhabilitada porque las limitaciones de viajes entre comarcas hasta finales de junio 2020 impidieron que nadie se pudiera desplazar a mi comarca, y tras más de 16.000 € en anulaciones de reservas… Ahora 5 años después la TGSS me han pedido que devuelva la subvención que recibí a los autónomos, en mi caso 3.700 €. Qué te parece?
Lo fuerte,es que la gente lo acepta como normal,estamos viviendo en un pais dirigido por estafadores,que ademas son votados repetitivamente.Cada día me gusta mas vivir con mis perros